Autora: Eleonora Barone
En ocasión del Día Internacional de las personas mayores, que se celebró el 1 de octubre, unimos las fuerzas con Dmayor Moviliza, otra entidad que trabaja en el sector de las personas de más edad, para lanzar unas preguntas abiertas y una reflexión sobre el papel de las personas mayores en la sociedad.
En este marco organizamos una encuesta y ofrecimos un taller participativo dedicado a las personas mayores de 55 años y a sus iniciativas y proyectos. La encuesta se desarrollaba entorno a estas 6 preguntas:
Y tu ¿Qué quieres ser de mayor?
¿Qué te gustaría que permaneciera en tí con los años?
¿Qué te gustaría que cambiara en tu vida con los años?
¿Qué quieres que permanezca en la sociedad a medida que cumplas años?
¿Qué quieres que cambie en la sociedad con los años?
¿Si no supieras cuántos años tienes, cuántos te echarías?
¿Qué pregunta te harías, que no esté recogida en estas 6 preguntas?
Apoyando la difusión de la encuesta, nos fuimos a la calle el día 15 de Octubre para recoger también las reflexiones de los ciudadanos y tener una visión más amplia de la cuestión, en base a las mismas preguntas planteadas online.
Las respuestas fueron de las más variadas. Algunas personas recibieron muy bien la iniciativa con la alegría de ver que personas más jóvenes se preocupan de la situación de personas de más edad, algunas sugirieron posibles acciones a desarrollar, otras afirmaron que no sentían que las personas mayores no están integradas en la sociedad, otras subrayaron la dificultad de los mayores de hoy en ver sus hijos en una situación de precariedad laboral absoluta que les preocupa mucho de cara a una vida de calidad, independiente de sus padres o abuelos.
En general las preguntas sobre la reflexión personal evidenciaron que de mayores queremos ser personas útiles, activas, serenas, curiosas y en definitiva felices, mientras que de cara a la sociedad emergió el deseo de paz, solidaridad, integración y compromiso.
Fue dominante también la preocupación respecto al nivel de individualismo de la sociedad de hoy, la violencia, la corrupción y la situación de vulnerabilidad de muchas personas. Todos retos que mayoritariamente volvieron a plantearse también en el taller que se desarrolló el día 21 de Octubre, en el Impact HUB de la calle Alameda 22 de Madrid.
La invitación al taller recitaba:” ¿Estás a punto de jubilarte y te enfrentas a una nueva etapa? ¿Tienes más de 55 años y tienes alguna idea, sueño, proyecto que te gustaría llevar a la acción? ¿Anhelas vivir una etapa de jubilación llena de oportunidades para el desarrollo personal y la participación social? ¿Quieres conectar con más personas con ganas de impulsar iniciativas que generen cambios sociales?”
Asimismo la finalidad principal del taller era hacer una reflexión colectiva sobre deseos, proyectos e iniciativas que conectan con nuestros valores y nuestras motivaciones vitales a la vez que identificar talentos y recursos a nuestra disposición para poder desarrollar en un momento dado estos proyectos.
Dinamizado por Javier Fernández y Marta Orihuel de Dmayor, a través de metodologías participativas utilizadas en trabajo comunitario y cooperación al desarrollo, el taller vio la participación de doce personas, de diferentes edades y procedencias.
Durante las cuatros horas en las que estuvimos juntos se trabajó el concepto de comunidad y colaboración en red, se profundizó en los retos actuales que más nos mueven, se visualizaron los talentos y recursos de los que cada uno dispone en su red para llevar a cabo acciones y proyectos de cambio social. Conversaciones en grupos de cuatro, reflexiones individuales y dinámicas de grupo ayudaron a trabajar la confianza, la visión de futuro y las necesidades del presente.
Se compartieron experiencias y proyectos individuales de una gran riqueza y diversidad: Proyectos internacionales para apoyar a niños en situación de vulnerabilidad a través de la música; pisos compartidos para mujeres mayores de 50 años; club de hombres; proyectos para mejorar la movilidad; etc.
En la puesta en común de los retos que más interesaban al grupo apareció la necesidad de trabajar el tema de la violencia de género; la consideración que “todos somos todos” en el sentido que hay que desarrollar empatía y poder ponerse en la piel de los demás ya que todos tenemos algo de la otra personas y funcionamos como un sistema; la oportunidad de poner en valor el talento senior en beneficio de las demás generaciones; las necesidades de las mujeres mayores y la posibilidad de acondicionar viviendas de convivencia para senior; la necesidad de no perder los sueños creadores y la pasión; la oportunidad de vivir una Jubilación 4.0.
Oportunidades:
El taller, en cuanto a espacio de reflexión colectivo, tuvo muy buena aceptación y generó muy buena energía. Está claro que necesitamos más espacios para compartir, para expresar deseos y necesidades y para fortalecer los vínculos personales de cara a impulsar acciones de cambio social. La experiencia de compartir sueños e ideas es muy gratificante y en la puesta en común pueden salir mejoras significativas en los proyectos individuales, ya que la visión se enriquece con las aportaciones y las diferentes perspectivas de los demás.
Aspectos a mejorar:
Estos talleres participativos tienen que tener seguimiento para garantizar que las sinergias no se pierdan y que se pueda seguir profundizando en las ideas.
Próximos pasos:
La experiencia de este taller nos señaló que algunas personas tienen proyectos muy claros que quieren desarrollar. Otras personas tienen inquietudes respecto a los retos en los cuales les gustaría poder participar de cara a posibles soluciones, y algunas más no tienen proyectos en mente o no quieren liderar ninguna iniciativa pero posiblemente estarían encantadas de participar aportando experiencia y pasión en proyectos liderados por otros.
A este propósito nos llamó la atención una frase, en respuesta a nuestra invitación a participar en el taller, que me gustaría compartir con vosotros de cara a una reflexión más amplia. La persona mayor “si sigue formando parte del “grupo” no necesita de proyectos de futuro distintos a cualquier otro miembro del grupo social. Tiene las mismas necesidades vitales que los demás.”
No queremos decir que las personas de más edad necesiten apoyo para desarrollar sus proyectos, pero al mismo tiempo muchas personas, una vez fuera del mundo laboral, nos expresan la dificultad de conectar con sus talentos y deseos, así que muchas veces las ganas de querer compartir experiencias con los jóvenes y querer participar en iniciativas se quedan sin saber el cómo se pueda participar o colaborar.
Así que el reto más grande para las entidades que trabajamos en este sector parece ser él de poder asegurar un espacio para todas las personas y ser capaces de generar dinámicas y grupos de trabajo donde todo el mundo se sienta cómodo.
Está claro que no todas las personas necesitan apoyo para desarrollar sus proyectos, pero seguramente el trabajo en red es algo necesario para generar cambios relevantes y a veces estas redes no son visibles, con lo cual la posibilidad de poder encontrar personas que tengan las mismas inquietudes puede beneficiar a que estos proyectos salgan a la luz.
La cuestión queda abierta. Cómo identificar los talentos qué tenemos, cómo activarlos y cómo fortalecer las comunidades sin forzar a las personas a liderar iniciativas sociales pero dándoles espacios de participación y protagonismo.
Parece entonces que tenemos que volver al principio: y tu ¿Qué quieres ser de mayor?