Autora: Raquel Alameda
Este tercer e inolvidable Viernes Visten Canas del año está protagonizado, nada más y nada menos, que por Margarita Sáenz-Díez y Adrián Lardiez.
El periodismo es comunicación, veracidad, investigación, neutralidad, coherencia, discernimiento o integridad. Entre las muchas palabras que lo describen, en este desayuno brillan dos: la unión de sus miradas cómplices y la pasión que comparten por una profesión ‘capaz de cambiar a la sociedad’, como declara Adrián y admirablemente desarrollan los dos.
Bajo la petición de Margarita comienza a hablar Adrián. Siendo niño bajaba la radio cuando el comentarista del partido de fútbol opinaba y él lo retrasmitía. Con ese sueño de ser periodista deportivo comenzó la carrera. Ya en el primer cuatrimestre se dio cuenta que más allá del deporte hay una sociedad merecedora de luz y verdad. Se empezó a plantear preguntas como qué puedo hacer para que otros niños jueguen a la Play como yo o que puedo hacer para mejorar este mundo.
Sus inicios fueron en un programa de Libertad FM como responsable de información política, en su tercer año, con colaboraciones en otros medios. Finalizó la carrera en Buenos Aires, donde descubrió que allí la formación es más enriquecedora y los profesores tienen más involucración con el Periodismo que en España, donde queda mucho trabajo por hacer para que los alumnos salgan mejor formados a la hora de comunicar a la sociedad. En Argentina trabajó para el diario Clarín, compaginando otros trabajos allí y en su tierra natal. En el año 2016 entró como cronista político en El Plural, a la par que estudiaba un Máster en Análisis Político. Desde mayo del 2017 es corresponsal parlamentario y actualmente está desarrollando un anteproyecto de doctorado interdisciplinar sobre los populismos de extrema derecha. La formación, experiencia y soltura que muestra en cada palabra y a cada gesto Adrián, esfuma la diferencia de edad con Margarita. Ambos se sorprenden de lo mucho que comparten.
Las primeras palabras de Margarita hacen referencia a la persona que junto a ella tiene los ojos clavados en los suyos llenos de admiración. ‘Adrián escribe una crónicas parlamentarias fabulosas.’
Margarita soñaba ser periodista cada vez que veía a los corresponsales en el extranjero de la televisión. Se ‘aficionó a ser internacional’ casi antes de experimentarlo. Soñado y vivido. Recién titulada fue corresponsal en países donde nunca pasaba nada, ‘aburridos’, entre ellos Portugal, donde le llegó el prestigio informándonos en La Vanguardia de ‘La Revolución de los Claveles’, ‘afortunadamente sin sangre y a punto de morir Franco.’ Poco después fue la primera mujer en ser designada en el cargo de jefe de Política en el mismo diario catalán. ‘Desde aquí fue todo enganchar.’ En aquel momento de pre transición, la información se basaba en los pantanos que Franco hacía y poco más, por lo que disfrutaba trabajando en el extranjero. Incluso era difícil leer periódicos con buenas crónicas para ‘enterarse de qué pasaba en España por la falta de medios libres, prefiriendo leer Le Monde.’
Cómo alcanzar el éxito en esta maravillosa profesión: ‘viviendo el día a día, escribiendo todo mejor que nadie con información exclusiva.’
Disfrutó la época de La Transición, cuando ‘se podía escribir lo que se quisiera y se leía información política muy interesante. Tenían la libertad de poder expresar que ‘no’ se creían todo lo que el político decía.’
El éxito de su extensa carrera la ha plasmado en prensa, radio, televisión, brillantes entrevistas a presidentes del gobierno o como Corresponsal de La Zarzuela.
Actualmente es redactora jefe en Madrid de El Periódico de Cataluña, es contertuliana en el programa de radio Hoy por Hoy de la Cadena Ser, en programa 59’ de TVE y en la Mirada Crítica de Telecinco. Es, además, especialista en temas de mujer y violencia de género. Un lujo vivir esta mañana con ellos.
Adrián advierte, ‘cada día es diferente, una nueva cosa. Casi a diario reciben llamadas como “de encantamiento de serpientes” que les presionan.’ ‘A día de hoy mi generación no tenemos credibilidad, esto antes no ocurría.’ Una vez le llamaron ‘muchacho Sopena’. Con el tiempo ambos pueden reírse de las anécdotas tristes. Ningún camino es de rosas, claro está.
Margarita aporta una explicación, ‘los cambios ideológicos en los medios han hecho que se pierda credibilidad.’ En este enriquecedor desayuno, ambos prefieren seguir con vivencias divertidas y ella cuenta con tres especiales.
En los cuatro años que trabajó junto a los Reyes ahora eméritos, jamás les escuchó hablar entre ellos, por muy largas que fueran las esperas en los aviones o en las recepciones, por lo que no le sorprendió leer en prensa que estaban en crisis. Junto a ellos acudió a una inolvidable cena de gala en El Palacio del Elíseo de París. Le han aportado plena satisfacción vivir extraordinarios momentos a lo largo de su vida laboral.
En México vivió un intento de secuestro al coger un taxi en una parada en vez de contar con uno de los hoteles, los que son seguros. Por fortuna uno de los periodistas que viajaba con ella sospechó y les pidió que se tiraran del coche en un semáforo.
En el Palacio Presidencial de Kabul, en Afganistán, le cachearon tan exhaustivamente que incluso le metieron los dedos en las orejas a la vez, ‘para ver si tenía en ellas bombas’. Sorprendente.
Para ambos ‘la vida del periodismo no es un paseo. Es buscar la verdad y contarla del mejor modo.’
Adrián confiesa que a veces es duro. Él cubrió el principio del juicio del Caso Gürtel y varias investiduras de Mariano Rajoy. Sí, duro, cuando para él ‘nada es más importante para la democracia que un electorado bien formado.’
Gajes de una profesión en la que se aprende sobremanera a descifrar el lenguaje corporal, que con las preguntas descubriremos que para Adrián cuenta casi un 80% y para Margarita algo menos, aunque revelador para ambos, ya que todos mienten y lo importante se basa en qué y cómo se dice. Margarita ya sabe cuándo el actual presidente del gobierno empieza a mentir por sus movimientos de manos o toques a sus gafas. ‘A mí me siguen interesando hasta las comas de lo que leo o escucho.’
Adrián se sorprende cuando le preguntan si no se aburre durante los largos debates en el Palacio de Congresos. Ambos sienten que es imposible aburrirse. ‘Es una profesión muy bonita aunque con un problema inter generacional que lleva a despedir personas con amplia experiencia y formación para contratar becarios que cobran mucho menos.’
La solución es ‘persistir sin desistir, estar siempre preparado para que alguien te dé la oportunidad.’
Margarita concluye la charla con una recomendación, ‘leed las crónicas de Adrián en El Plural.com.’
La primera pregunta diría que es comunitaria. ¿Es difícil escribir con credibilidad y subjetividad en un mundo en el que se duda de la libertad de prensa?
Para Margarita ‘aquel periodismo que muestre preferencia política es nefasto. La objetividad es el objetivo, es nuestro esfuerzo que permanece y se refuerza.’
Adrián opina que ‘se debe ser honesto. Ser subjetivamente subjetivo, porque la objetividad es imposible.’
Les felicitan por vivir y dedicarse a su profesión con pasión. A la pregunta de si prefieren radio, prensa o televisión, ambos contestan sin dudar.
Adrián se queda más con el tema que con el formato. ‘Me gusta mucho escribir, me aporta más análisis, estudio, esfuerzo, me quedo con la prensa escrita. Tener una cámara delante cohíbe mucho. La radio siempre me ha gustado.’
Margarita siente lo mismo. ‘La televisión conlleva unas pautas estrictas y sentir que las pestañas pesan con tanto maquillaje. La radio es más liberadora, con la cara limpia y sin tantos gestos forzados, permite expresarse en libertad.’ Aunque la prensa da más trabajo, necesita de más información, es el medio que prefiere.
Lo que menos les gusta es para Adrián ‘la tristeza que te produce saber que hay gente que te lee y no te cree, por lo que ya ni mira los comentarios.’ ‘Es triste que tras dedicarles trabajo, dar lo mejor de ti, corroborar datos, que sigan sin pensar que haces un servicio público.’
A Margarita ‘le sigue doliendo la falta de prestigio en algunos sectores de la sociedad porque no todo es trigo limpio.’ Propone una solución, ellos mismos han de apostar por explicar lo que hacemos.
Adrián afronta el periodismo actual ‘como una labor de filtro que genera dislocación entre el periodista, el ciudadano y el ser humano que necesita certezas y va a creer antes al líder político o a su partido. Su labor principal consiste en darse prestigio a sí mismo contando la verdad.
Margarita subscribe las palabras de Adrián a la hora de enfocar el Periodismo actual.
A las preguntas de cómo han vivido el cambio político al mundo digital y como ven el futuro de los medios tradicionales, Margarita recuerda que ella empezó escribiendo en la Olivetti, y progresivamente se fue adaptando a los nuevos medios sin problema. Para ella la era digital está tocando techo porque no tiene mucho sentido. Su inmediatez aporta errores, falta de veracidad.
Para Adrián le pilló de vuelta, por lo que se declara anti redes sociales. ‘Si ya es difícil saber donde nos hemos metido con la era digital, más aún pensar qué va a pasar.’ Ambos se esfuerzan en recuperar la esencia más pura del Periodismo para que las redes sociales no ganen la batalla.
Margarita exclama ‘os habéis dado cuenta que coincidimos mucho.’
Con la siguiente pregunta, la respuesta llega en duda. Adrián vuelve a insistir que la Universidad actual ofrece una carrera de Periodismo con poca formación, en América Latina ya resolvieron este problema poniendo profesores periodistas en su gran mayoría. Aquí sigue habiendo muchos alumnos en cada aula y para cada profesor. Es una carrera que no forma con aprobar, hay que ir mucho más allá de lo que te enseñen.
Nietzsche nos advirtió: ‘Aun no digas nada, deja que tu pensamiento discurra y no se pierda, estás en todo el derecho de hablar, pero ten en cuenta que tu razonamiento, tu entendimiento, y tus palabras… no sean necias y sordas, si no que sean más inteligentes que tu silencio…’
Gracias a sus experimentadas y sabias palabras, a sus silencios o miradas de complicidad, la comunicación es la luz que forma arco iris en la lluvia que el cielo de Madrid esta mañana nos regala. Sigamos a los mejores periodistas para sentir que la esencia del Periodismo permanece viva y con profesionales como Margarita y Adrián sobrevivirá a las redes sociales.