María Jesús, estupenda persona con un recorrido profesional muy sólido en el ámbito del sector social, nos ha regalado estas palabras que con el aproximarse de las navidades, la verdad, me llenan de alegría. Este un estupendo regalo de navidad para mi, fundadora de mYmO y desde luego para toda la comunidad que apoya esta iniciativa. Todo un lujo contar contigo María Jesús y muchísimas gracias por este texto tan inspirador.
Los jóvenes siempre han tenido referencias de personas mayores en su entorno, fundamentalmente en el familiar, pero también en el social. Estas personas han tenido una influencia importante a lo largo de su desarrollo vital. Sin ir más lejos , sus abuelos, los de entonces, aquellos que les contaban “sus batallitas” y que de niños, con admiración, escuchaban como si se tratase del mejor de los cuentos, y los de ahora, piezas fundamentales, en una sociedad que se presenta vulnerable para todos, que no permite a los padres estar presentes todo lo que quisieran y sería deseable.
La juventud es vida, es espontaneidad, es creatividad, es osadía. Por otra parte, en una sociedad abierta que da oportunidades y está dispuesta al cambio, parece que también sería necesario que coexistiesen otros valores, como aquellos sobre la visión del sentido de la vida, desde la propia experiencia de vida, los conocimientos acumulados a lo largo de los años, la empatía con una sociedad que más de una vez nos pone entre las cuerdas, el abordaje sereno de los conflictos desde la madurez aprendida y trabajada etc… Estos valores pertenecerían a las personas mayores, las personas que ya han pasado la frontera de los cincuenta, sesenta y setenta años, los que hoy llaman senior, en un alarde de conciliación con denominaciones más peyorativas.
Esta coexistencia y a la vez conjugación de aptitudes y actitudes ante la vida, según las edades podrían tener similitudes en otros ámbitos sociales y culturales. Sin ir más lejos, si nos fijamos en el ámbito artístico, en una de sus vertientes (el diseño), vemos, como muy a menudo se combinan muebles y objetos antiguos con otros de diseños más modernos y vanguardistas. El resultado final buscado es un ambiente más acogedor, con solera, elegante y sobre todo, más coherente y acabado.
El enfoque intergeneracional a través de experiencias de encuentros y vínculos entre generaciones es cada vez más necesario. No solo porque contribuye a la integración social de ambos colectivos, sino que también contribuye a generar espacios socializadores, formadores y protectores. Los beneficios se dan a nivel individual, familiar, grupal y comunitario, y son de diferente naturaleza: bienestar psicológico, desarrollo de potencialidades, apoyo social o integración social, entre otros.
Pero, ¿qué ocurre cuando una persona mayor se jubila? A menudo vemos que el mundo de los adultos jubilados se transforma. A algunos en ese momento les llega el vacío, la nada. Aquel mundo de trabajo, que cumplía funciones tan importantes como la de satisfacer necesidades económicas, tan necesarias para obtener otras vitales (vivienda , alimentación ), la de apoyo a la propia identidad, a su autoestima, la de proporcionar el sentido de pertenencia a un grupo y status social, la de la satisfacción de sentirse activo y ocupado en una actividad estructurada se desvanece. Desaparece.
Por otra parte, una gran mayoría de personas que se jubilan, se orientan hacia actividades académicas. Con objeto de ampliar conocimientos, se matriculan en Universidades de mayores, realizan viajes con mayores y en todo caso, pueden apoyar a alguna ONG para sentirse más solidari@s. Ya en situaciones más vulnerables y de dependencia, buscan alojamientos alternativos también con mayores. En resumidas cuentas, lo que la sociedad les ofrece es un mundo de mayores y para los mayores.
Nos podríamos preguntar entonces donde ha ido a parar el pensamiento progresista que reclama que se aproveche el potencial de la población que envejece como base del desarrollo futuro y el reconocimiento de las capacidades de las personas de edad, para hacer aportes a la sociedad. No solo tomando la iniciativa para su propio mejora, también para el perfeccionamiento de la sociedad en su conjunto.
La buena noticia es que ya desde hace algún tiempo también existen otras visiones, otros planteamientos, otras alternativas, sobre la gestión de la edad. Estos planteamientos apoyan la perspectiva intergeneracional, donde los adultos mayores y jóvenes se constituyen en grupos integradores unos de otros, permitiendo que la socialización de unos y la resocialización de otros se conforme en torno a un encuentro del pasado con el presente y pueda constituirse en un modelo de intervención social para el futuro.
En la búsqueda de estas alternativas nos encontramos con mYmO. Esta asociación, cuyo pilar lo constituye uno de sus eslogans, “Apoyamos el talento senior y fomentamos el dialogo intergeneracional, para la transmisión del conocimiento y la construcción de una sociedad para todas las edades”, no cabe duda que contribuye a que nazca la esperanza de nuevo para todos aquellos que no nos resignamos a no poder participar de forma activa en la sociedad.
En estos momentos de transición hacia un futuro desconocido pero en construcción, las personas que estamos jubiladas nos alegramos que exista mYmO, porque encontramos coincidencia de planteamientos sobre la diversidad, el talento senior y la gestión de la edad.
Colaborar con mYmO es participar en una plataforma donde hay posibilidad de cambio, donde se puede estar activo compartiendo ideas y proyectos de proyección social, encaminados a conseguir un enfoque intergeneracional en nuestra sociedad.
Finalmente y lo más importante, colaborar con mYmO, supone compartir, colaborar en comunidad con personas excepcionales, con una trayectoria profesional admirable, con unas capacidades extraordinarias y con unos valores a imitar. ¡Todo un lujo!
¡Olé! añado yo. Qué ilusión, el placer es nuestro! Gracias;-))))
Autora del artículo: María Jesús Muñíz