Autora: Raquel Martín Grau
Vamos a hablar de un proyecto didáctico e intergeneracional que hemos conocido gracias a Blanca Tello, una de nuestras senior y que organiza el Colegio Internacional J. H. Newman, en el Distrito de San Blas – Canillejas, en Madrid: los Tecno Yayos.
Los Tecno Yayos es, tal y como cuenta en su blog un proyecto educativo que consiste en que los alumnos de primero del Ciclo Formativo de Informática, (“Técnico en Sistema Microinformáticos y Redes” es su nombre oficial) se conviertan en profesores y enseñen a los usuarios del Centro de Mayores del barrio de San Blas, situado al lado de la escuela, a manejar efectivamente su Smartphone o Tabletas electrónicas.
Virginia Carretero es profesora del J.H. Newman y es la artífice y coordinadora de Tecno Yayos. Nos cuenta que sacó la idea del proyecto de uno similar que desarrolla en Extremadura la asociación cultural sin ánimo de lucro MeSumaría, y que pensó en replicarla en su propio lugar de trabajo. Como además tienen el centro de mayores muy cerca de la escuela, creyó que ese era el lugar idóneo para implementar su proyecto.
Tecno Yayos pues se ha puesto en marcha este mismo curso. 24 alumnos del ciclo de Informática, de entre 16 y 23 años, van al centro de mayores un día a la semana y se convierten en profesores durante una hora y media de su tiempo lectivo para enseñar a los mayores nuevas habilidades tecnológicas. Las enseñanzas están centradas en el uso y disfrute de los dispositivos portátiles, porque muchos de los mayores dominan ya los ordenadores e Internet. Sin embargo, los teléfonos y las tabletas, al ser más recientes, todavía producen cierta confusión.
Virginia quiere acabar con esa confusión y de paso enseñar a sus alumnos cosas que no se aprenden entre las cuatro paredes del aula. Hablamos con ella por teléfono sobre el proyecto y nos cuenta que “la demanda por parte de los mayores ha sido estupenda. Me he quedado sorprendida de cómo enseguida se han apuntado, la cantidad de grupos que han salido.” Decidieron que iban a ser dos sesiones y después de cada dos sesiones tienen que cambiar el grupo, debido a la alta demanda del servicio. “Impresionante, ¿no?” añade.
La coordinadora de Tecno Yayos cree que lo que más les atrae a los mayores es que tienen su propio profesor particular, ya que se dividen en parejas de estudiante-mayor. Virigina les explica el contenido de cada clase en el aula, antes de ir para el centro, pero luego son ellos los que tienen que adaptar a la demanda que su alumno, su mayor. “Ellos aprenden habilidades. A nivel de conocimiento no van a aprender nada porque manejan el móvil mejor que cualquiera, pero cogen unas habilidades que a nosotros nos interesa mucho.”
Y es que el proyecto enseña a los mayores habilidades técnicas, pero los jóvenes reciben una lección mucho más compleja y valiosa: la capacidad de hacerse entender, las relaciones sociales, el respeto al otro, la empatía…. Habilidades que van a necesitar cuando se incorporen a la vida laboral, de forma inminente, ya que el próximo curso empezarán a hacer prácticas en una empresa.
Virginia cree que la experiencia está siendo muy positiva para todos. “La primera clase que tuvieron iban todos súper nerviosos, y cuando terminamos me los llevé a nuestro aula para comentar, y no paraban de hablar y comentar anécdotas. Entonces se dieron cuenta, aunque no lo han asimilado del todo, que se enfrentaron a una situación nueva que ha salido bien.” La situación además refuerza la autoestima de los jóvenes y les otorga una seguridad en sí mismos y en sus capacidades prácticas y laborales que quizás no había asumido previamente.
Además, la relación entre los curiosos tándems de profesores-alumnos es muy buena. Los mayores están encantados con los jóvenes, los halagos hacia ellos son comunes durante las sesiones, y algunos hasta van a visitar a los chavales a la escuela y viceversa. “La semana pasada me decía uno de ellos que la abuelita (porque ellos les llaman abuelitos), que le ha tocado le recuerda a su abuela, y que está muy a gusto.” Cuenta Virginia.
Es cierto que hay dos o tres alumnos a los que el proyecto no les acaba de convencer, ya sea por timidez, por falta de paciencia o porque creen que no les aporta nada, pero en general la gran mayoría de alumnos están bastante contentos. Igual que Virginia. “Yo personalmente estoy encantada con la experiencia, me parece súper enriquecedora. En el centro de mayores quieren que continuemos el año que viene, ya estamos hablando de dar otro tipo de contenidos, de dar vídeo o hacer un blog.”
Los Tecno Yayos es un proyecto intergeneracional que convierte a los alumnos de Informática en profesoras por un rato y enriquece tanto a mayores como a jóvenes. A los primeros les da habilidades técnicas y los segundos consiguen mejorar su autoestima, seguridad en sí mismos y capacidades sociales. Todos ganan con los Tecno Yayos.
Un comentario
Virginia muchas gracias portodo eres fantastica y tus aluznos aprendi mucho .