Autora: Agnese Olivieri
(Texto original italiano traducido al castellano por Eleonora Barone).
En este mundo moderno donde todos vamos muy de prisa sin conseguir encontrar el tiempo de disfrutar de las pequeñas cosas que pasan a nuestro alrededor o incluso donde nos dejamos llevar por la apatía minusvalorando nuestras potencialidades, quiero contar la historia de una amiga muy querida que ha encontrado la manera de parar y darse cuenta que podía empezar un nuevo capítulo de su vida si hubiese encontrado la capacidad de entender que nunca es demasiado tarde.
Gillian tiene 76 años, trabajó una larga temporada en Japón antes de volver a Londres donde encontró a la persona que luego se convirtió en su marido, un periodista freelance que escribía en el Sunday Times para la Marina Inglesa. No tuvo hijos, hizo una vida tranquila con algunos amigos y la “Marina Inglesa” como leit motiv. Una persona normal con un carácter maravilloso que siempre ha sabido ver el lado positivo de las cosas y adaptarse con facilidad y serenidad a todo lo que le pasaba.
Se quedó viuda pronto pero siguió su vida en su casa en la campiña del Surrey. Muy solitaria, sin mucho dinero, disfrutando de algún pequeño viaje, de las amistades, de sus hermanas que viven relativamente cerca de ella, pero sobre todo siguiendo la vida de los oficiales de la Marina de la misma manera que hacía cuando estaba con su marido. También seguía organizando la cena anual para la Navy en Londres, buscando patrocinadores para la sede y manteniéndose viva, hábil y conectada con el ordenador.
Luego otra vez un encuentro. Un oficial de la Marina de 78 años, antiguo amigo del marido, él también viudo, con un carácter cordial y sociable que vivía en una pequeña ciudad cercana y cada tanto volvía a aparecer en su vida.
Gillian, siguiendo su instinto, entendió que esta era su ocasión para celebrar la vida. Que no era demasiado tarde para vivirla con plenitud aprovechando la oportunidad que muchas veces nos pasa de lado sin que nosotros ni siquiera nos demos cuenta.
En seis meses se casaron y elle dice “La vida es estupenda y estamos disfrutando muchísimo de estar juntos“-” Life for me is wonderful and we are so much enjoying being together”.
“No hemos tenido que hacer grandes cambios en nuestra vida, simplemente disfrutar de la compañía el uno de la otra”. Su Mike sigue planchando las camisas porque lo ha hecho siempre y no ve por qué cambiar ahora, es un excelente kitchen boy, expresión naval para indicar no tanto que sea buen cocinero sino más bien hábil en encontrar una buena comida preparada en tiendas especializadas. Ella sigue ocupandose de todas sus cosas y sigue encantada con el ordenador también. Además ella es la que se encargó de toda la organización de la boda que tuvo lugar en la campiña del Surrey y luego gestionó también una cena para los amigos londinenses, como se puede ver en las fotos con resultados excelentes.
Esta puede parecer una historia simple, pero es muy profunda porque esta mujer no tuvo una vida fácil pero ha sabido aprovechar cada ocasión para ver su lado positivo y entender que la vida puede ser bonita a cualquier edad y vale la pena de vivirla intensamente cada día.
Texto original en italiano:
In questo mondo moderno dove tutti andiamo di corsa senza riuscire a trovare lo spazio per gioire delle piccole grandi cose che succedono intorno a noi o dove invece ci lasciamo andare ad una apatia e annullamento delle nostre potenzialità, devo raccontare la storia di una mia cara amica inglese che ha trovato il modo di fermarsi e rendersi conto che poteva cominciane un nuovo capitolo della sua vita se solo avesse avuto la capacità di capire che non è mai troppo tardi.
Gillian ha 76 anni, inglese, ha lavorato un lungo periodo in Giappone e poi è tornata a Londra dove ha incontrato e si è sposata con un giornalista free lance che scriveva sul Sunday Times per la Marina Inglese. Non hanno avuto figli ma con una vita tranquilla, qualche amico e la “Marina Inglese” come leit motif! Una persona normale ma con un carattere meraviglioso che ha sempre saputo vedere il lato positivo delle cose e adattarsi con facilità e serenità a tutto quello che gli capitava.
E’ rimasta vedova presto ma ha proseguito la sua vita nella casa di campagna nel Surrey. Molto sola, non particolarmente ricca, ma godendo di qualche piccolo viaggio , delle vecchie amicizie, di due sorelle che abitavano nelle vicinanze, ma soprattutto continuando a seguire la vita degli ufficiali di Marina come faceva quando il marito era in vita ed organizzando la cena annuale per la Navy a Londra trovando gli sponsor, la sede, per mantenersi viva e abile con il computer.
Poi di nuovo un incontro, un Ufficiale di Marina di 78 anni , ex amico del marito, anche lui vedovo, con un carattere mite e socievole che ogni tanto ricompariva e viveva in una cittadina vicina.
Ma Gillian seguendo il suo istinto ha capito che questa era la sua occasione per celebrare la vita e che non era troppo tardi per viverla ancora pienamente cogliendo la possibilità che certe volte ci passa vicino senza che noi ce ne accorgiamo.
Nel giro di 6 mesi si sono sposati e lei dice testualmente “Life for me is wonderful and we are so much enjoying being together”.
“Non abbiamo dovuto fare grandi cambiamenti nella nostra vita solo godere della compagnia l’uno dell’altro”. Il suo Mike continua stirare le sue camice perché l’ha sempre fatto e non vede perché cambiare ed è un ottimo kitchen boy, espressione navale per indicare che è molto bravo non tanto a cucinare quanto a trovare cibi ready-made nei negozi specializzati!
Mentre lei continua ad occuparsi di tutte le altre cose, del computer e soprattutto ha curato l’organizzazione del matrimonio che si è svolto prima in campagna nel Surrey e poi a Londra con una cena per gli amici Londinesi e come si può vedere dalle foto went off to perfection!
Questa sembra una storia semplice ma invece è di grande spessore perché questa donna non ha avuto una vita facile ma ha saputo in ogni occasione prendere il lato positivo delle cose e capire che la vita può essere bella a qualunque età e vale la pena viverla fino in fondo pienamente.
2 comentarios
Gracias Eleonora por traducir un texto que regala tanta alegría, fe, esperanza… Podemos admirar este extraordinario texto desde el corazón que todos tenemos llenos de amor y late para expandirlo. Ahora más que nunca, es el momento de iluminar nuestros camino y el de quien lo necesite con la luz del amor. GRACIAS
Gracias a ti Raquel por apreciar y compartir. Un abrazo y feliz día eleonora