Autor: Cipriano Rivera
El incremento de la tasa de mortalidad entre los “blancos no hispanos sin estudios superiores con edades entre 45 y 54 años” de Estados Unidos, así como el aumento de los indicadores de “dificultad económica” que tipifican a la clase media española son dos hechos derivados de una misma causa: los estragos de la crisis económica en la clase media y que puede anticipar su caída, con las consecuencias que ello puede acarrear a la sociedad en su conjunto. Es por lo tanto el momento de establecer políticas y estrategias eficaces que frenen este deterioro.
Desde mYmO trabajamos cada día para lograr una sociedad más justa, en la cual los conocimientos y habilidades adquiridos por las personas mayores sirvan de guía a las nuevas generaciones, en un proceso donde los mayores y los jóvenes sean protagonistas y elementos dinamizadores de la transferencias de conocimientos intergeneracional.
En otros artículos ya hemos expresado los retos a los que se enfrenta la sociedad en general, y de forma particular las empresas para afrontar con éxito el desafío generacional en un contexto de inversión de la pirámide poblacional como el que se encuentra actualmente la sociedad española.
En esta tribuna vamos a tratar de profundizar en algunas de las consecuencias que ya está provocando la ruptura generacional, donde los trabajadores senior son desechados del sistema productivo ante la escéptica mirada de la sociedad, que contempla cómo fracasan las sucesivas políticas de reinserción o de reciclaje de sus trabajadores senior emprendidas por los diferentes gobiernos.
A nivel global, una de las consecuencias de esta ruptura generacional es el desmoronamiento de la “clase media”. En el artículo “Y así llegó el fin de la case media”publicado por “El Mundo” en marzo/2016, se realiza una pequeña radiografía sobre los hechos o razonamientos que están precipitando esta caída, donde «El paro es la primera causa que machaca a la clase media, hace que una persona pierda su rol social y deje de ser alguien», señala el sociólogo Michavila, en dicho artículo, y que está provocando que“la clase media… ya no es una clase activa y pujante, sino inerte”.
En la siguiente imagen se puede ver la evolución desfavorable de algunos indicadores que son reflejo de la clase media:
Históricamente se puede comprobar las dramáticas y fatales consecuencias que para un país (y para sus ciudadanos) ha tenido la caída de la clase media, al provocar migraciones masivas, guerras civiles, regímenes totalitarios…y la razón es obvia: Si una nación pierde su clase media, la sociedad queda polarizada, por un lado una gran masa social empobrecida y sin esperanza de mejora y por otro lado una oligarquía enriquecida que querrá acaparar todo el poder.
A un nivel más particular, pero más terrorífico si cabe, es otro hecho espeluznante que se está agudizando en EEUU pero que por desgracia creemos que se irá extendiendo por otros países como es el “suicidio masivo” del colectivo de personas que tras perder su trabajo se quedan sin expectativas… así: “la mortalidad de los norteamericanos pobres de mediana edad está en franco ascenso desde 1998, mientras que la mortalidad de hispanos, de negros y de los blancos con un mayor nivel educativo desciende. Las causas de la excepción: suicidios y adicciones, tal como afirman los economistas Angus Deaton (ganador del Nobel de Economía) y Anne Case en su estudio publicado a finales del año 2015.
Los autores del informe describen a este grupo de población como “el primero que llegará a la mediana edad y verá que no vivirá mejor que sus padres”… “y que se debe, en parte, a las presiones económicas y el nivel educativo de los afectados.”
Así, en el estudio se demuestra que si bien los suicidios, el alcohol y las drogas son los principales factores que directamente están provocando el incremento de la mortalidad, “no se puede olvidar que el estrés provocado por las dificultades financieras también podría jugar un papel”, según sostienen los investigadores, ya que el poder adquisitivo de los hogares de estadounidenses blancos de mediana edad comenzó a caer fuertemente a partir de finales de los años noventa.
En el siguiente gráfico, proporcionado por los autores del estudio, se observa cómo la tasa de mortalidad de “los blancos no hispanos” se ha incrementado en EEUU desde 1990 hasta el año 2013 (último año objeto de estudio), frente al descenso en el resto de países desarrollados y en el colectivo “blancos hispanos” de EEUU.
All-cause mortality, ages 45–54 for US White non-Hispanics (USW), US Hispanics (USH), and 6 countries: France (FRA), Germany (GER), the United Kingdom (UK), Canada (CAN), Australia (AUS), and Sweden (SWE).
En definitiva, la falta o ineficacia de políticas activas sobre el empleo que traten de evitar que el despido colectivo sea la principal arma con la que cuentan las empresas para atajar sus problemas económicos, así como la ausencia de estrategias sociales que logren que los senior se sientan valorados y queridos dentro de su entramado social (papel que tradicionalmente venía recayendo en la familia) provoca que los trabajadores senior estén perdiendo sus expectativas sobre un futuro mejor y con ello se esté certificando el hundimiento de la clase media.
Por todo ello, mYmO sostiene que es hora que las iniciativas sociales dirigidas a lograr un envejecimiento activo de la población, junto a políticas de empleo que traten de evitar la discriminación de los trabajadores senior, sean consideradas prioritarias por todos los estamentos de gobierno (Estado, Autonomías, Ayuntamientos…) e involucren a la sociedad civil en su conjunto (empresas, asociaciones, partidos políticos y sindicatos).