Autor: Juan Gadeo Calera
A día de hoy se ha vuelto cada vez más frecuente cuando se habla de equipos de trabajo incorporar además de los términos más usuales en calidad, productividad y seguridad términos que hagan referencia a la emocionalidad, el ambiente y la actitud de la organización.
Ha pasado de ser sólo algo bien visto y moderno sobre el que nadie invertía recursos a por fin tomar medidas reales que hagan que las personas que allí trabajan lleguen a sentir que los resultados tienen algo de ellos. Aunque esa decisión es complicada de vender ya que poner sobre el papel una cifra que sustente dicha inversión no deja de ser una suposición.
“Los millennials reclaman cambios en las empresas”. Ese podría ser el titular común a las últimas ediciones del informe Millennial Survey. Una encuesta que Deloitte realiza cada año para conocer la opinión de aquellos que ya están ocupando una gran parte de los puestos de trabajo y que serán los futuros líderes empresariales.
Esta generación tiene claro qué necesita para ser feliz en su trabajo 5 pilares básicos:
- Valores compartidos con la empresa.
- Programas de mentoring que les permitan crecer profesionalmente.
- Desarrollo de habilidades de liderazgo.
- Flexibilidad laboral, tanto en horarios como en lugar de trabajo.
- Equilibro entre las necesidades profesionales y personales.
En definitiva, los millennials buscan compañías que giren en torno a las personas y no sólo centren sus esfuerzos en la obtención beneficios.
En esta nueva etapa que actualmente se está desarrollando en algunas compañías en la que se coloca al empleado como primer “cliente” capaz de influir con su actitud sobre la decisión final del cliente pagador. Las relaciones personales han pasado a ser algo de lo más trabajado.
Este informe se centra en los llegados recientemente pero. ¿Qué hace que los que llevan ya un tiempo en las organizaciones, los seniors, sientan esa misma lealtad? Tienen un valor añadido único que parece no estar tan de moda. ¿Qué hacemos con esa experiencia? ¿Cómo hacemos para que tantas horas de vuelo no se desperdicien?
El que las empresas empiecen a analizar estos intangibles hace que actualmente los departamentos de RRHH se sientan caminar en un laberinto. No existe ningún camino bien señalizado que les de seguridad y tienen la necesidad de que jóvenes y canosos se sientan importantes a partes iguales durante el camino. Una brecha generacional que provoca que convivan distintas visiones sobre un mismo laberinto.
Foto: David Oliete
Tanto brújulas como GPS por si mismos no son capaces de ofrecer una salida. Sólo son capaces de ofrecer dirección y localización.
Pero al final como siempre, quien elige el motivo por el que salir son las personas. Motivaciones que necesitan unirse por unos puentes que están por construir. Y precisan de un diseño y materiales innovadores.
mYmO, asociación que pone en valor el talento senior y fomenta el diálogo intergeneracional, ha nacido para diseñar un espacio de diálogo y de co-creación entre las generaciones, buscando este nuevo liderazgo compartido donde todos sumen.
¿Qué es la gestión de la edad?, ¿Cómo integrarla en la estrategia de la organización? ¿Cómo se consigue que nuestros equipos trabajen en un ambiente de innovación y creatividad? ¿Qué oportunidades aporta cada generación en la organización? Si quieres conocer de primera mano la respuesta a estas y otras preguntas respecto a la diversidad generacional solo tienes que venir al próximo #DesafíoGeneracional. Atrévete a convertirte en agente del cambio!!!.
https://mymo.es/desafio-generacional/
¡Construye el puente entre generaciones que tu organización necesita!