Autora: Raquel Martín.
Carme Mas, la Presidenta de la Asociación Astronómica de Sant Cugat del Vallès, en Barcelona, es un alma inquieta. Los que la conocen dicen de ella que es una persona muy movida, y enseguida salta a la vista que en su cabeza no dejan de brotar nuevas ideas y reflexiones. Esta Catedrática en lingüística decidió dejar su trabajo como profesora, tal como nos comenta “porque después de muchos años haciendo clases y clases, me encontraba vacía y no por los alumnos, sino por el sistema que muy poca creatividad permitía.”
Así pues, en el año 2002, Carme dejó el mundo de la enseñanza y pidió una jubilación anticipada para buscar un objetivo vital que le devolviese la plenitud. Finalmente la encontró fundando en 2008 junto con otro compañero, la Asociación Astronómica de la que actualmente es Presidenta, por voluntad de los socios, resistiendo serlo, pero no le permitieron renunciar. “Este es mi trabajo actualmente, sin ser retribuido conforme los Estatutos que yo misma escribí.”
El proceso de cambio
Según Carme: “No existe la edad para los cambios. Si esclavizas tu vida a la edad, eliminas la ilusión de explorar vías alternativas. Se tiene la edad del espíritu, que es lo que te singulariza. La singularidad se manifiesta con el entusiasmo que intuyes, una idea que te empuja sorteando prejuicios.” reflexiona Carme cuando le pregunto sobre la edad que tenía cuando dejó la enseñanza para buscar su pasión. Tampoco considera que fuese el momento ideal. Para ella “no existen momentos ideales. Existe aquello que cambia tu vida sin “momentos”; una autopista de ilusiones por donde te deslizas sin tiempo objetivado.” Sigue reflexionando: “Esa autopista te puede ayudar a conocerte mejor, es necesario disfrutar del camino, sin obcecarse solo en llegar al objetivo marcado, si no se logra, tampoco es un fracaso, sencillamente se escogió una autopista inapropiada.“
Aunque dejar el trabajo pueda significar abrir un periodo de inestabilidad en la mente de muchas personas, para Carme ese momento no implicó inestabilidad. “La estabilidad – dice Carme – surge por sí misma cuando no se es esclavo de nada y abandonas formas estereotipadas, redundantes, ampulosas; cuando con poco puedes mucho.”
Al dejar su trabajo, buscando cuál sería el próximo paso a dar, empezó a aproximarse a la ciencia “En mis horas inquietas, de soledad silenciosa, por las noches, empecé a leer y devorar libros científicos de Astronomía, Cosmología, descubriendo la Física del Cosmos que me llenó el vacío de nueva energía, pura y viva.” De esos descubrimientos nocturnos, entre el cielo y las páginas de los libros, surgió el embrión de la Entidad. “Hoy es una Entidad potente gracias a muchas personas. Una Entidad motora de cultura científica en tanto que su nivel es universitario, con la colaboración altruista de muchísimos científicos de gran prestigio nacional e internacional.” Carme se centró pues en difundir y divulgar astronomía y dice: “sigo en ello y aunque no se llega a multitudes, es suficiente sorprender minorías que, sin lámina ilusionada, al cabo sé que algo se ha conseguido y filtra lo que se siembra.”
La Asociación Astronómica Sant Cugat del Vallès, cuenta con el soporte del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès, pero Carme comenta: “se nutre de voluntarismo, de nada más. Somos discretos, nada pedimos y agradecemos lo que se nos da para mantenerla, no es nuestro estilo tender la mano.” Nada piden, pero hacen mucho: el programa de la Entidad es diverso y rico. Su objetivo principal es hacer extensivo a todo el mundo la difusión y divulgación de disciplinas como la astronomía, la cosmología y las ciencias afines. Para ello organizan actividades prácticas (observaciones solares y nocturnas, salidas culturas y astronómicas) y teóricas tales como conferencias científicas de alto nivel, charlas divulgativas a cargo de la Junta, cine-fórums, talleres infantiles, ciencia y religión y dinamización escolar.
Sistema educativo
Como antigua trabajadora del sistema educativo y actual divulgadora, le pregunto a Carme qué opina sobre la enseñanza de la ciencia en nuestro sistema educativo actual. Ella opina que en España en general y en Cataluña en particular hay un sólido entramado de universidades y otras instituciones académicas como IFAE, ICREA o el CSIC que realizan proyectos de investigación. Éstas deben cuidarse y mantenerse en rigor y estabilidad. “Ya no se trata de mejorar, ya han mejorado, y muchísimo pero escasea la ayuda de inversiones para financiar investigaciones.”
Confieso a Carme un aspecto que me preocupa desde hace tiempo y que confieso sin tapujos: después de mis estudios, siempre dedicados al ámbito de la comunicación, me siento un tanto analfabeta científica: poco o nada sé de los ámbitos científicos o técnicos, ni siquiera a nivel divulgativo. Me bloqueo ante la posibilidad de aprender aspectos nuevos pertenecientes a esas disciplinas, porque creo desde adolescente que soy un tanto negada para ello. Carme me responde que: “los primeros científicos, antes de serlo, fueron filósofos. No hay un muro. El muro lo ponemos nosotros individualizando el saber en compartimientos cerrados, apartados, aislados. El árbol del conocimiento es inmenso, tanto que te empuja a elegir. Eso es inevitable. Pero se ha fragmentado el árbol de la ciencia en “egos” mediante el cual cada uno se reconoce por lo que es, por su currículum, no por lo que siente.”
Para la divulgadora, reconocerse como de letras o de ciencias es una muralla que ponemos nosotros mismos. Y sigue: “llegar a la comprensión de los hechos dificulta centrarse en lo más insignificante que, a su vez, puede ser lo más importante; si por importante consideramos las grandes cosas, sufrimos el colapso de las dudas y la dispersión; somos seres espirituales; campos energéticos, que opera en un campo energético más amplio. Ser consciente de ello te permite vivir entrelazados con el Cosmos porque el Universo es un cable de alta tensión. Transporta energía para responder ante cualquier situación de la vida y cuando la mente individual entra en contacto con la inmensidad del Cosmos, recibes mucha energía”.
En lo que a la creación de espacios de intercambio en el ámbito académico entre senior y junior se refiere un tema que mYmO tiene muy en cuenta, Carme opina que “Algo hay pero no es suficiente. Los espacios de diálogo se fraguan y se crean con intercambios altruistas, generosos, desprendidos de sistemas antiguos, arcaicos. Han de ser espacios transversales, cruzados, donde nada produzca asfixia. Espacios de encuentros libres de prejuicios.” Como senior, Carme siente que los valores que su generación adquirió y puso en práctica se están vaporizando. No siente que haya mecanismos de inclusión hacia la capacidad que tiene su generación de aportar y enriquecer a la sociedad.
Carme se reinventó después de años de dedicación en la enseñanza y acabó disfrutando y trabajando en un sector aparentemente opuesto. Su pasión es el cielo, su inmensidad, el mundo de lo desconocido y comenta: “el misterio de la “nada” que con su cero infinito alberga el detalle de la vida”. Carme considera que la vida es un proceso y que cualquiera puede cambiarse a sí mismo, controlar su destino pues toda mente abierta tiene el poder de la comprensión, del respeto y llegar a un pensamiento correcto, aunque lleva tiempo conseguirlo”.
“Somos hijos de las estrellas” reflexiona la investigadora. “Los átomos y demás elementos de la tabla periódica las llevamos en el cuerpo, salieron de una nebulosa protoplanetaria que engendró los elementos que nos configuran hace 13.800 millones de años, con diferentes coexistencias a lo largo de siglos. Carme argumenta que “el Universo tiene la respuesta de todos los misterios” Eso, para ella, es una cura de humildad: “Te lleva lejos porque nuestros orígenes son una consecuencia cósmica con lo cual es fácil dejar egos, egoísmos, egolatrías, vanidades, petulancias, jactancias y vanaglorias.” comenta la divulgadora.
Por último, Carme opina que: “ los pensamientos determinan tu frecuencia y los sentimientos revelan inmediatamente en que frecuencia estás”. El sentimiento del amor – dice Carme – , el amor por todo es la frecuencia más elevada y cuanto más amor y comprensión emites, más grande será poder que tendrás en la mente para transmitirlo.
El Cosmos responde. Tu dispones sus respuestas. No podemos prescindir de las leyes cósmicas, estamos sujetos a ellas sin darnos cuenta de lo que significa hasta que un día descubres su atracción y recompones tu presente orientándolo hacia el silencio de la gravedad que te sujeta en la Tierra, nos empuja y nos distancia, pero es, en definitiva, la que existe sin ser vista. Eso es “ser”: “vivir sin ser vista”. Este es el poder moral escrito en el alma.