Autora: Raquel Martín Grau
Mi abuela cose muy bien. Cada vez menos, puesto que sus 97 años van haciendo mella en sus habilidades de costura, pero cose con agilidad, en su butaca negra, las tardes de invierno, con las gafas de ver de cerca y con la tele de fondo. En casa la admiramos por su soltura: ninguno de sus descendientes directos hemos tenido el interés o la técnica para aprender a coser como lo hace ella. Y aprovechamos sus conocimientos de modista. Cada botón que se cae, cada cremallera que se rompe, cada pantalón con un bajo rebelde va directo a sus manos. Al lado de su butaca negra, de hecho, tiene otra igual con sus futuros pacientes: una lista de espera de textiles expectantes por ser remendados y curados.
Mi abuela, o mi yaya, como la llamamos en casa, tiene un talento para la costura. Si ella quisiera, podría dar talleres en Show Me Yaya y esparcir así su conocimiento entre los jóvenes menos doctos, como yo, en el noble arte de los remiendos.
Show Me Yaya es una iniciativa que quiere “dar a conocer todo el saber hacer y los trucos que las abuelas esconden bajo la manga, crear espacios de encuentro entre gente de todas las edades y desatar la creatividad de las personas”. Así se definen en su web, añadiendo que además quieren integrar a esas abuelas, receptoras y a la vez prospectoras del proyecto, en las nuevas tendencias y en el mundo digital. En resumen, que si conoces a alguna abuela que dé talleres y además tenga cuenta en Instagram, seguramente esté integrada en Show Me Yaya.
Show Me Yaya es amiga de mYmO, ya que compartimos gran parte de nuestra filosofía de existencia: la potenciación del talento senior, la transmisión de conocimientos entre generaciones, (y la creación de espacios tangibles donde poner en práctica ese intercambio intergeneracional), la innovación o la creatividad, en todas sus formas y en todas las edades, son solo algunos de los puntos que tenemos en común.
Su filosofía parte de la idea, tan simple y a la vez tan complicada, tan aparentemente universal pero tan difícil de poner en práctica, de dejar una sociedad mejor a las próximas generaciones. En pleno auge (y disfrute para muchos de nosotros) de las iniciativas de economía colaborativa, donde las nuevas tecnologías nos permiten compartir nuestros bienes y servicios y poner al alcance de todos nuestras experiencias y conocimientos, Show Me Yaya apuesta firmemente por el trabajo conjunto y en red. En su web se puede encontrar un breve manifiesto en el que apuestan “por las segundas, terceras e infinitas oportunidades. Por hacer las cosas de forma sostenible y con buen gusto.”
Cristina y Elena, las dos personas detrás del proyecto, buscan abuelas que coincidan con la filosofía de su iniciativa: sencillas pero inquietas, con buen gusto y con energía. “Personas con ganas de aprender a enseñar y disfrutar enseñando, con inquietudes y ganas de conocer nuevas herramientas.” Quien quiera, puede apuntarse para impartir un taller (o recibirlo). Los talleres cuestan entre 15€ y 25€, dinero que se destina a sufragar gastos y a financiar el proyecto y tienen una temática amplia y variada, aunque con un común denominador: la transmisión de conocimiento de una generación a otras.
Un proyecto cuya piedra angular es la participación de las personas mayores en la sociedad. En el mundo actual en el que vivimos cada vez se tiene menos consideración de las personas mayores. Otras sociedades en África o en Asia tienen un respeto enorme por las personas mayores, a las que escuchan y cuidan (recuerdo una navidad en la que tuvimos como invitada a una joven coreana y su sorpresa al ver que algunos miembros de la familia encendían un cigarrillo y fumaban cerca de mi yaya la costurera y comentó que, en Corea “como mínimo tendrías que fumar en una habitación diferente a la que está tu abuelo, o irte a la calle a fumar.”) Pero no hay que irse tan lejos para encontrarse valores que nosotros perdimos hace ya tiempo: las comunidades gitanas que conviven en nuestras ciudades tienen un enorme respeto por sus ancianos, a los que consideran sabios consejeros y escuchan con vehemencia.
Estos valores, innegablemente positivos, han decaído en nuestra aparentemente avanzada sociedad. Es hora de recuperarlos y de explotarlos para nuestro uso y disfrute. Y Show Me Yaya nos ayuda a hacerlo.