Comprando en el supermercado, culpa mía lo reconozco, me paro delante de la estantería de los caldos envasados. Curioso, todos ellos apelan a la receta tradicional, al preparado casero y natural, para al fin completar la imagen con un puchero lleno de verduras que pueden encontrarse a unos pasos de distancia a un precio bastante más asequible.
Me decido y compro un puerro, apio, zanahorias, patatas y unos huesos de jamón. El olor es inconfundible, antes incluso de cocinarlos estos ingredientes ya huelen a caldo. Sólo por comprobarlo me acerco de nuevo hasta los bricks preparados; demostrado no huelen a nada, sólo un ligero aroma a cartón nada atractivo. Ya en casa lo meto todo en la olla y a cocer. La verdad, no hay que hacer nada, esto funciona solo.
Ahora sentado, con una taza de caldo casero, éste sí, reflexiono sobre la experiencia y concluyo que:
- Primero, el aroma es atractivo porque me recuerda a los caldos de mi madre y de mi abuela. Es el olor y no la imagen el que me transporta, como ya pasó en la tienda con el olor de las verduras.
- Segundo, el aspecto del supermercado en este Noviembre que empezó con Halloween y acabó con el Black Friday, y a menos de un mes de algo que recuerda lejanamente a la Navidad de mi infancia, es el de un lugar lleno de tradiciones de otros, casualmente casi siempre los mismos, pero repleto de repelente para viejos (yo que soy viejo estaba espantado). La mayoría de los de mi generación no habla inglés.
- Tercero, los publicistas utilizan como reclamo la tradición de lo casero, el término “de la abuela” se puede encontrar en muchas etiquetas, pero desprecian a los verdaderos portadores de la tradición. Su energía se centra ahora en crear tradiciones nuevas que justifiquen aún más gasto de los jóvenes.
Cuando empecé a trabajar como piloto comercial, allá en los sesenta (60’s para los comerciales), y visité por primera vez países lejanos, una de las cosas de las que más disfrutaba era el contraste de mis propias tradiciones con las de los sitios que visitaba. Quiero pensar que eso seguirá pasando en el futuro, aunque el contraste se limite sólo a las distintas formas de preparar en cada país un idéntico pavo de Acción de Gracias.
Rodolfo B. W.